Aquí podéis ver los resultados de algunos experimentos realizados por los alumnos y las alumnas de 1º de ESO del IES tierras de Abadengo, con Ascen, en el laboratorio de Ciencias Naturales.
También podéis ver el vídeo de las tomas falsas.
LA CIENCIA TAMBIÉN ES DIVERTIDA.
La seguridad contra incendios no es algo que se quede quieto. Cada año aparecen nuevas tecnologías, técnicas y materiales para evitar catástrofes. Si trabajas con prevención de fuegos o simplemente quieres proteger tu negocio o tu hogar, estar al día es obligatorio. La innovación constante en ignifugaciones no solo salva vidas, también marca la diferencia entre cumplir o no con la normativa actual. Un sistema anticuado no sirve de nada si no responde a lo que exige la ley o el entorno. Aquí te contamos por qué no puedes quedarte atrás en este tema.
Los métodos tradicionales siguen ahí, pero lo que realmente está revolucionando el sector son las soluciones basadas en inteligencia artificial, sensores térmicos avanzados y materiales autoextinguibles. Hoy, una buena planificación en ignifugaciones incluye análisis en tiempo real, simulaciones por software y tratamientos químicos que se activan por temperatura. Esto no es solo futurismo: ya es realidad en muchos edificios. Ignorar tecnologíasignifugaciones es como seguir usando un Nokia en 2025. El mercado exige evolución y, sobre todo, seguridad adaptada al momento. Las nuevas herramientas están al alcance y no aprovecharlas es irresponsable.
La normativa en la capital española ha dado un giro importante. Enignifugaciones Madrid, se están endureciendo los requisitos técnicos, especialmente en locales con aforo elevado y estructuras históricas. El Ayuntamiento está aplicando nuevos protocolos más exigentes y las empresas deben adaptarse si no quieren sanciones. Por eso, cada vez más profesionales están invirtiendo en formación y actualización de equipos. No basta con tener una certificación de hace cinco años: ahora se requiere evidencia de innovación y mantenimiento continuo. Madrid no perdona el descuido cuando se trata de prevenir incendios.
En el sur, la historia cambia un poco, pero el fondo es el mismo. Las ignifugaciones Sevilla están experimentando un repunte por el auge turístico y la proliferación de alojamientos rurales. Casas antiguas, muchas de ellas rehabilitadas, necesitan tratamientos ignífugos modernos que respeten la estética pero garanticen protección. Además, el clima seco y caluroso aumenta el riesgo de incendios, así que las autoridades están recomendando instalaciones preventivas incluso en viviendas particulares. Sevilla está despertando a la realidad del fuego y sus consecuencias, y eso obliga a actualizar el chip en cuanto a prevención.
No sirve de nada tener los mejores materiales si quien los instala no está bien preparado. La innovación constante también implica invertir en personal cualificado. Hoy, muchas empresas están apostando por cursos de especialización en ignifugación avanzada, algo que antes no era tan habitual. Certificaciones europeas, talleres prácticos, uso de herramientas digitales… todo esto se está convirtiendo en norma. La profesionalización ya no es opcional, es lo mínimo. Los clientes lo exigen y las administraciones también. Un sector serio no puede permitir que cualquiera se llame “experto” sin demostrarlo con hechos.
Otra tendencia fuerte: el enfoque ecológico. Las nuevas ignifugaciones buscan reducir el impacto ambiental sin perder eficacia. Hay productos biodegradables, tratamientos no tóxicos y técnicas que disminuyen el uso de agua o químicos dañinos. Esto se valora cada vez más, tanto por consumidores como por empresas que quieren mantener su imagen verde. Además, cumplir con los criterios de sostenibilidad es clave para acceder a ciertos fondos públicos o licitaciones. La innovación también es pensar en el planeta, y el sector ignífugo no puede quedarse atrás si quiere sobrevivir al futuro.
A veces las mejores lecciones vienen de experiencias reales. En muchos informes recientes sobre incendios, se repite el mismo patrón: falta de mantenimiento, ignorancia tecnológica y exceso de confianza. Por eso, una forma efectiva de innovar es aprender de los errores de otros. Analizar casos, revisar protocolos y aplicar mejoras antes de que sea tarde. Algunas empresas incluso están creando simulacros digitales con escenarios reales para entrenar a su personal. Esta práctica, además de innovadora, es rentable: un solo fallo puede costar millones, y eso nadie quiere vivirlo en carne propia.