Concluido el 1er trimestre de este curso 13/14 toca hacer un balance del ambiente general y del cumplimiento de las normas de convivencia, imprescindibles para el buen funcionamiento del centro. Aquí os presentamos algunos datos sobre el número de alumnos amonestados y el número total de amonestaciones, correspondientes a 1er trimestre de este curso y de los dos cursos anteriores. Por el momento, la tendencia es muy positiva, lo que agradecemos de antemano a todos los alumnos, profesores y padres. Además, invitamos a todas las partes implicadas a mantener y mejorar esta línea, lo que, sin duda, redundará poco a poco en la mejora, no solo de los resultados académicos, sino de los objetivos más generales e importantes del sistema educativo.
Respecto al curso anterior, el número de alumnos amonestados ha descendido un 42% y el número total de amonestaciones lo ha hecho en un 73%.
Aprovechamos esta ocasión para agradecer su labor a Loli Montero, coordinadora de convivencia y responsable del equipo de mediación de alumnos. Su trabajo conjunto potencia el buen ambiente y clima de convivencia. También queremos agradecer desde aquí el trabajo que realizaron los antiguos miembros del equipo de medicación:
Y desear resultados similares para los nuevos miembros de este equipo de alumnos:
A pesar de los buenos resultados, aún deberemos mejorar algunos aspectos relacionados con las normas de convivencia. Por ejemplo, nos gustaría señalar que durante los cinco minutos entre cambios de clase, algunos alumnos y alumnas abandonan su aula sistemáticamente para acudir de visita a otras aulas en las que no tienen clase. De persistir este comportamiento estudiaremos la posibilidad de suprimir este periodo de cinco minutos. Los alumnos deberán demostrar que son suficientemente responsables para administrar su comportamiento.
Detrás de cualquier negocio con futuro hay una estructura legal sólida. Dos piezas clave de esa estructura son la licencia de actividad y el seguro de responsabilidad civil. Son requisitos distintos, sí, pero están conectados en más formas de las que muchos emprendedores imaginan. Y no entender esta relación puede llevarte a sanciones, pérdidas económicas o incluso al cierre.
Es la autorización administrativa que valida que el local donde vas a ejercer cumple con las condiciones para desarrollar una actividad económica específica. No es lo mismo abrir una cafetería que una clínica estética o una tienda de ropa. Cada actividad tiene sus particularidades, y lalicencia de actividad garantiza que se cumplen los requisitos técnicos, acústicos, higiénicos y de seguridad exigidos por el Ayuntamiento.
La emoción de abrir rápido puede nublar el juicio de muchos emprendedores. Pero empezar sin autorización es un error común y peligroso. Las consecuencias legales van desde sanciones económicas importantes hasta el cierre inmediato del local. Lamulta por no tener licencia de actividad no solo afecta a tu bolsillo, sino también a tu imagen como empresario.
Legalizar tu negocio implica invertir en un informe técnico firmado por un profesional. Este informe es clave para obtener la licencia. Elprecio proyecto técnico para licencia de apertura dependerá del tipo de negocio y del municipio, pero en ningún caso es tan elevado como para justificar ignorarlo. Es una inversión en seguridad, legalidad y estabilidad.
Este seguro cubre los daños que puedas provocar a terceros: desde accidentes dentro de tu local hasta desperfectos causados a locales vecinos o transeúntes. Pero lo que muchos no saben es que, sin una licencia válida, muchas aseguradoras se reservan el derecho a no cubrirte. Es decir, puedes pagar tu seguro puntualmente… y que no te sirva si ocurre un problema grave.
Piensa en la licencia como el permiso para estar en el campo de juego, y el seguro como tu chaleco antibalas. Uno sin el otro no sirve de mucho. La licencia te permite operar dentro de la ley; el seguro, protegerte cuando algo se tuerce. Pero si estás fuera del marco legal, muchas compañías se amparan en ello para no indemnizar.
Un taller sin licencia que sufre un incendio. Una academia que opera sin papeles y un alumno se lesiona. Una tienda que no declaró correctamente su actividad y un cartel publicitario cae sobre un viandante. Todos estos casos tienen algo en común: el seguro puede desentenderse por falta de licencia. Y cuando eso ocurre, el coste puede ser inasumible.
Es mucho más sencillo hacer las cosas bien desde el principio que tratar de solucionar problemas legales después. Contar con la licencia, tener la póliza adecuada y mantener ambos actualizados debería ser parte del plan de negocio, no una tarea secundaria. Además, esto mejora tu imagen frente a proveedores, clientes y posibles inversores.
Cada Ayuntamiento puede exigir documentación diferente, imponer plazos distintos o requerir informes adicionales. Por eso, conviene trabajar con técnicos locales que conozcan las particularidades normativas y te ayuden a obtener tanto la licencia como la póliza adecuada. No confíes en soluciones genéricas: personaliza tu estrategia legal.
Si estás funcionando sin licencia o con un seguro mal configurado, lo más sensato es actuar cuanto antes. Hay procedimientos específicos para legalizar actividades ya iniciadas y adaptar las coberturas aseguradoras a tu realidad. Cuanto más tiempo pases en la irregularidad, mayor será el riesgo si ocurre algo inesperado.
Emprender sin licencia o sin seguro es como construir sobre arena. Tarde o temprano, algo fallará. En cambio, con la documentación en regla y una póliza ajustada a tu actividad, puedes crecer con la tranquilidad de saber que estás cubierto. No lo dejes para más tarde. Si vas a iniciar un negocio o si tienes dudas sobre tu situación actual, busca asesoramiento y pon en orden los cimientos legales de tu proyecto.