La Sección de Estudios de Grado y Master de la Universidad de Salamanca ha remitido al centro una circular que recoge, entre otros, este literal:
"Es muy importante asegurarse de la adecuada difusión de la siguiente información entre los alumnos:
Si estás pensando en reutilizar un local comercial que ya ha tenido actividad anteriormente, es fundamental evaluar si cumple con los requisitos legales para albergar un nuevo negocio sin necesidad de realizar reformas. Este proceso puede ahorrarte tiempo, dinero y trámites innecesarios, pero requiere un análisis detallado de la normativa urbanística, las condiciones del inmueble y el tipo de actividad que deseas ejercer. En este artículo, te explicamos cómo determinar si tu local puede adaptarse a una nueva licencia de apertura sin modificaciones y qué aspectos debes considerar antes de iniciar el proyecto.
Cada municipio tiene sus propias ordenanzas y regulaciones sobre el uso de locales comerciales. Lo primero que debes hacer es consultar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de tu ciudad para verificar si la actividad que planeas desarrollar está permitida en la zona donde se ubica el local. Algunas áreas están destinadas exclusivamente a usos residenciales, mientras que otras permiten comercios, oficinas o servicios. Si el local ya contaba con una licencia apertura previa, es posible que el cambio de actividad no requiera ajustes significativos, siempre que la nueva esté dentro de la misma categoría.
La licencia de apertura es un requisito indispensable para legalizar cualquier negocio. Este documento acredita que el local cumple con las condiciones de seguridad, salubridad y accesibilidad exigidas por la ley. Si el establecimiento ya ha tenido una licencia anterior, es probable que gran parte de estos requisitos ya estén cubiertos. Sin embargo, si la nueva actividad implica un mayor aforo, maquinaria especial o riesgos adicionales (como en el caso de bares, talleres o clínicas), podría ser necesario presentar una nueva solicitud o incluso realizar adaptaciones.
Aunque muchos las confunden, la licencia de actividad y la licencia de apertura no son lo mismo. La primera se refiere a la autorización para ejercer una profesión o servicio, mientras que la segunda está vinculada al espacio físico donde se desarrolla la actividad. Si tu local ya estaba habilitado para un negocio similar, es posible que solo necesites una comunicación previa o una declaración responsable, en lugar de un trámite completo. No obstante, si el giro del negocio cambia significativamente (por ejemplo, de una tienda de ropa a un restaurante), será necesario revisar si el local cumple con las nuevas exigencias.
Antes de decidir si el local es viable sin reformas, debes inspeccionar sus características técnicas. Aspectos como la ventilación, las instalaciones eléctricas, la fontanería y la distribución de espacios pueden afectar la viabilidad del nuevo proyecto. Por ejemplo, un local que antes funcionaba como oficina puede no tener las salidas de humos necesarias para un negocio de comida. En estos casos, aunque la actividad esté permitida en la zona, podrías necesitar adaptaciones menores para cumplir con la normativa.
Un caso común es el de locales que han albergado tiendas minoristas y pueden convertirse fácilmente en otro comercio similar, como una peluquería o una óptica. Estos negocios suelen compartir requisitos básicos, como baños accesibles y sistemas de climatización. En cambio, si el local fue un gimnasio y quieres transformarlo en una guardería, las exigencias serán mucho más estrictas en términos de seguridad y aislamiento acústico. Analizar ejemplos reales te ayudará a entender si tu proyecto es factible sin grandes cambios.
Para evitar sorpresas, lo más recomendable es contar con el asesoramiento de un arquitecto o gestor especializado en licencias de apertura. Estos profesionales pueden realizar un informe técnico que determine si el local cumple con los requisitos legales para la nueva actividad. Además, conocen los trámites administrativos y pueden agilizar el proceso, evitando rechazos por errores en la documentación.
Si confirms que el local es apto para el nuevo negocio, deberás presentar la documentación requerida por el ayuntamiento. Esto incluye, por lo general, el título de propiedad o contrato de arrendamiento, el certificado de habitabilidad (si aplica) y los planos actualizados del local. En algunos casos, también se solicita un informe de incendios o un estudio acústico, dependiendo del tipo de actividad.
Uno de los mayores beneficios de reutilizar un local sin reformas es el ahorro económico. Evitar obras significa reducir gastos en materiales, mano de obra y permisos adicionales. Además, el proceso de legalización suele ser más rápido si no hay que modificar la estructura del inmueble. Sin embargo, nunca debes saltarte los trámites legales, ya que operar sin la licencia adecuada puede acarrear multas e incluso el cierre del negocio.
Determinar si tu local anterior puede albergar una nueva actividad sin reformas requiere un análisis cuidadoso de la normativa, las instalaciones y los requisitos específicos del negocio. Consultar con expertos en licencias de actividad y realizar las verificaciones necesarias te ahorrará problemas a largo plazo. Si estás pensando en reabrir un local o cambiar su uso, no dudes en buscar asesoramiento profesional.