Participar es, ante todo, la acción y el efecto de tomar parte. Puede ser considerado como compartir con otros, desde una habitación hasta un sentimiento. También puede ser interpretado como ser parte. es decir, poseer determinadas características o bienes que son igualmente pertenecientes a otras personas.
En el nivel más sencillo, la participación se da en la naturaleza, de la cual el ser humano forma parte, o bien en la comunidad a la cual se pertenece. Pero solo se puede afirmar que es un verdadero valor humano en la medida que se convierte en algo concreto: mientras más se prepara un individuo para participar, más se desarrolla como persona; mientras más participa, más crece como ser humano.
La participación se basa en principios afectivos e instrumentales. En el primer caso, muchas personas sienten placer por hacer cosas junto a otros; en el segundo, se participa porque hacer cosas en forma colectiva es más productivo que si realizan de manera individual. Por todo ello, la participación es un anhelo fundamental del hombre y constituye un derecho humano esencial.
Participar y perder le ocurre, en cada torneo, campeonato o competición, a todos los participantes menos a uno. Por ello, aunque lo normal es participar para luchar por la victoria, también es cierto que participar y encajar con elegancia la derrota nos eleva como seres humanos y nos aporta un buen trofeo personal que hará madurar nuestro espíritu deportivo.
Estas líneas van dedicadas a Paula Serra, alumna de 1º de ESO de nuestro centro, por haber participado en el 1er campeonato de ajedrez Tierras de Abadengo. Tras la primera ronda y la posterior fase de repesca, ella ha sido la primera eliminada del torneo. Que sirvan estas líneas como reconocimiento a tu participación, a tu lucha y a tu ánimo y te den fuerzas para participar intensamente en la competición de la vida. ENHORABUENA.
Paula en su enfrentamiento contra Iván |